Instrucciones porteñas para vivir en Mendoza I: 1000 kilómetros

Usted ha decidido que Buenos Aires acabó con su paciencia y vale la pena jugarse por un amor. Se procuró una vivienda familiar, consiguió un servicio de mudanza y emprendió el gran viaje de su vida, rumbo a su nueva casa en el Gran Mendoza.
Lo primero que debe hacer es dejar de gritar, por lo que más quiera. Note que el cielo es azul violáceo, el ruido disminuye a medida que se aleja de la Terminal de Ómnibus y se dispone a pasar las próximas décadas a una hora de los cerros precordilleranos.
Entienda que ya no hace falta llenar un vacío desesperante (ese que se le había hecho costumbre) con ruido y edificios: todo su espacio está contenido por la pared montañosa. Guarde respeto y agradezca a esta tierra seca y noble por darle un nuevo hogar.

Comentarios

Mafa dijo…
Hola Elizabeth .
¿Esto es verdad?
Te felicito, si no lo estás ya tenés que contactarte con Zipppo y con la cueva de Susana.
Dos bloggers mendocinos muy polenta.

¡Enhorabuena! Qué bonito debe ser.
Saludos
Gracias, Mafa. Es la pura verdad. Conozco el blog de Zippo (gran artista) pero no el de Susana.

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