Instrucciones porteñas para vivir en Mendoza I: 1000 kilómetros
Usted ha decidido que Buenos Aires acabó con su paciencia y vale la pena jugarse por un amor. Se procuró una vivienda familiar, consiguió un servicio de mudanza y emprendió el gran viaje de su vida, rumbo a su nueva casa en el Gran Mendoza.
Lo primero que debe hacer es dejar de gritar, por lo que más quiera. Note que el cielo es azul violáceo, el ruido disminuye a medida que se aleja de la Terminal de Ómnibus y se dispone a pasar las próximas décadas a una hora de los cerros precordilleranos.
Entienda que ya no hace falta llenar un vacío desesperante (ese que se le había hecho costumbre) con ruido y edificios: todo su espacio está contenido por la pared montañosa. Guarde respeto y agradezca a esta tierra seca y noble por darle un nuevo hogar.
Lo primero que debe hacer es dejar de gritar, por lo que más quiera. Note que el cielo es azul violáceo, el ruido disminuye a medida que se aleja de la Terminal de Ómnibus y se dispone a pasar las próximas décadas a una hora de los cerros precordilleranos.
Entienda que ya no hace falta llenar un vacío desesperante (ese que se le había hecho costumbre) con ruido y edificios: todo su espacio está contenido por la pared montañosa. Guarde respeto y agradezca a esta tierra seca y noble por darle un nuevo hogar.
Comentarios
¿Esto es verdad?
Te felicito, si no lo estás ya tenés que contactarte con Zipppo y con la cueva de Susana.
Dos bloggers mendocinos muy polenta.
¡Enhorabuena! Qué bonito debe ser.
Saludos