De ciertos desiertos desiertos
La ruta, cuando no es escenario de mediciones de fuerza, tiene este aspecto. Todo el espacio que puede abarcar la vista, más aire del que se alcanza a respirar, la suspensión del tiempo y la íntima libertad de saberse nuevamente en movimiento. La falta de los estímulos visuales a los que estamos acostumbrados los bichos de ciudad permite que la vida interior emprenda su propio viaje.
Y es un viaje de ida.
Comentarios
aby.
a mí me gustaba decir lanza lanza una lanza y trama trama una trama!!!